Tres expertos fueron a Reino Unido a contarlo todo sobre la injerencia rusa, pero se olvidaron las pruebas en casa 🤔
Por @inafinogenova pic.twitter.com/wnTQoX8oaY— RT en Español (@ActualidadRT) December 22, 2017
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A lo largo del último plebiscito norteamericano, entre todas las diversas polémicas medidas que el candidato Donald Trump consideraba implantar – algunas de ellas no muy distintas a las que con rostro amable había llevado a cabo el presidente saliente Obama – la prensa europea quiso deliveradamente pasar de puntillas por unas declaraciones del multimillonario respecto a Siria. En pleno debate televisado contra Hillary Clinton, tras la crítica rutinaria a Al Assad, remarcó su intención de dejar de financiar a los mal llamados “rebeldes moderados”, dado que “no sabemos quiénes verdaderamente son, y pueden ser todavía peores que él” (1). La primera brecha palpable en muchísimo tiempo en las posturas consensuadas de sus élites sobre los conflictos internacionales.
En noviembre de 2016 confrontaron en Estados Unidos dos bloques de poder. El hegemónico, vinculado a Wall Street y al capitalismo financiero, cuyo eje de actuación es fundamentalmente la globalización, contra otro aspirante, que aglutina a fortunas y propietarios de empresas constructoras, complejos turísticos o industria pesada, afectados por la última crisis global, y que abogan por la vuelta a un proteccionismo. Donald T. era el líder de esta segunda facción y ganó las elecciones enfrentado no sólo al núcleo duro del Partido Demócrata (interesante sería en otra entrada analizar el proceder de las bases de Bernie Sanders tras la derrota en las primarias), sino también a la mitad de su propio partido, parte también de ese bloque hegemónico. Y con la casi totalidad del entramado mediático occidental haciendo campaña en su contra, incluyendo Hollywood y las asociaciones de derechos civiles. La postura de los ganadores de los comicios respecto a Siria es análoga a la del Frente Nacional y a una buena parte de la extrema derecha europea (0), por motivos bastante similares. Una de las maneras más sencillas de que Occidente no sufra la influencia musulmana en nuestras sociedades cristianas/laicas – analizan – es la existencia de gobiernos laicos y estables en el Magreb que no incentiven el radicalismo entre sus jóvenes ni les aboque a emigrar al primer mundo. Es el caso de Siria. Era el caso de Libia e Iraq. De ahí la intención de cerrar el grifo a los yihadistas en la región, y la actitud de “dejar hacer” al Gobierno Sirio y a Rusia en su lucha militar contra ellos.
Por motivos que conciernen únicamente a los votantes estadounidenses, en una agenda centrada en problemáticas internas, finalmente ganó. La acción en redes de activistas de izquierda en países como España contra la política exterior de las anteriores administraciones de la Casa Blanca (2)(3) no tuvo impacto alguno en el resultado final del recuento, remarcando además que NINGUNO EN NINGÚN MOMENTO HEMOS PEDIDO EL VOTO PARA TRUMP. La victoria conllevó una oleada de protestas en sus principales ciudades, aupadas por los mismos medios que hicieron campaña en su contra, sustentadas por los mismos grupos activistas, y con el patrocinio de los magnates adversarios como George Soros, como siempre (4). Podrán sus impulsores vestirlo como quieran, pero el principal motivo de su visceral arremetida era el miedo de sus oligarquías a una de salida de Siria. Pero nadie gana unas elecciones en USA, con todo lo que cuesta, con todos los poderosos obstáculos que hay que saltar, para arrugarse nada más llegar. No dimitió, los terroristas sufrieron una severa merma de apoyos, y Siria junto a sus aliados han ganado con justicia la guerra.
Aquí se acaba su pugna contra el establishment.
Con la parte del establishment con la que confronta. Que él también pertenece a él. El club de ricos que representan, ni son unos libertadores bolivarianos, ni bailan al son de lo que dictan los BRICS, ni mucho menos son adalides de la paz mundial. Ni lo eran sus adversarios demócratas, ni es lo que se esperaba de ellos. Ese supuesto pacto de no agresión con Rusia no parece que vaya a tener más recorrido en el momento que los integristas han sido borrados del mapa. EE. UU. está construyendo una base militar en suelo sirio (5) (en eso que llaman “el Kurdistán”) y no es descabellado pensar que el dinero que antes iba a terroristas religiosos ahora vaya a la guerrilla kurda. Por tratar otros temas de actualidad, los embargos, sanciones e injerencia en Cuba y Venezuela van a seguir por la senda trazada por Obama, prolongación de la dictada por Bush y sus antecesores (distingamos visitas oficiales para hacerse la foto en finales de mandato con acciones reales que levanten bloqueos). Ha reactivado a un viejo enemigo, Corea del Norte, al que es imposible que puedan invadir, sea por estrambóticas convicciones que desconocemos, sea – nos parece a muchos- como cortina de humo para que sus múltiples enemigos le dejen en paz. Y ha funcionado, sin duda. Han plegado velas en torno al Presidente dejando de lado diferencias internas y han abogado por la unidad en lo fundamental: la lucha contra los peligros externos.
La última noticia ha sido el reconocimiento por parte de su gabinete de Jerusalén como capital de Israel. La militancia izquierdista que anteriormente puso el grito en el cielo con la injerencia en la totalidad de países citados, o Ucrania, Afganistán y Yemén, no nos casamos con nadie, y menos con un reconocido prepotente de derechas, y alertamos del peligro de tal decisión en la región (6). No obstante, volvemos a remarcar el continuismo en la manera de tratar diplomáticamente al régimen hebreo, desde las altas instancias de Naciones Unidas, a las condecoraciones en remotas ciudades provincianas (7). Si bien la mayor parte de los medios de masas son veladamente sionistas, entre el dilema de aplaudir la decisión o seguir haciendo mella en el adversario político, han optado por lo segundo. Por lo menos en el corto plazo.
Conclusiones
_ Algo fácil de adivinar: si un grupo de presión en su llegada al gobierno de los Estados Unidos pretende dejar de promover a extremistas en un determinado territorio del globo, podrá o no cumplirlo, pero será una decisión que no aplicará ni a los extremistas apadrinados en el resto de países, ni a otros ámbitos donde procederes similares se verían con anhelo.
_ Que un presidente se salga de un conflicto, no implica que no pueda generar otros distintos en el futuro en otras partes.
La dimisión de Trump o la derrota en las próximas elecciones me producirá la misma indiferencia que su victoria el año pasado. Si tanta ilusión entre los sectores progresistas del mundo hace su retirada, ahora ya sí puedo decir ADELANTE. Fuera de la escena política, fachorra. El problema es que en el momento que los sectores del capitalismo financiero con influencia en el Pentágono no pudieron salirse con la suya en diciembre en el constante ataque al pueblo sirio, ya no muestran tanta prisa por echarle. Y a veces, parece que ninguna.
Nunca nos ponemos de acuerdo.
0 _ la izquierda hemos deseado también el final de la injerencia imperalista en ese país, y los restantes, pero por motivos diferentes.
«(..) because we’re backing — we’re backing rebels. We don’t know who the rebels are. We’re giving them lots of money, lots of everything. We don’t know who the rebels are. (..) But if they ever did overthrow Assad, you might end up with — as bad as Assad is, and he’s a bad guy, but you may very well end up with worse than Assad.»
2 _ Hillary Clinton: «El Estado Islámico fue financiado por EEUU» https://www.youtube.com/watch?v=J70E1xPlEcM
4 _ El “puño” delator:
http://eljanoandaluz.blogspot.com.es/2017/01/revolucion-de-color-en-contra-de-donald.html
https://twitter.com/Tri_Tacke/status/407295015954554880
5 _ http://www.hispantv.com/noticias/siria/346578/base-militar-estados-unidos-alraqa-kurdos
6 _ “(…). Según el Derecho internacional, Jerusalén Oriental (incluida la Ciudad Vieja y sus lugares sagrados) no son legalmente parte de Israel; la comunidad internacional no reconoce la soberanía de ningún país en cualquier parte de Jerusalén.”
7 _ http://madrizalaizquierda.blogspot.com.es/2017/11/carmena-y-sus-acciones-de-la-verguenza.html
Agencia AFNI 